domingo, 29 de julio de 2007

Zzz

Cautivo en la vigilia de una noche sin escape, no podía encontrar por ningún lado las llaves; esas minúsculas, con el llavero lleno de ovejas. Sin éxito, inspeccioné cada rincón. Fue el día en que empecé a preguntarme sobre los enlaces. ¿Cómo soñar, esperando segundo a segundo el instante en que abandonamos el tiempo y nos arrojamos en una infinidad de posibilidades? Ese llavero me hacía acordar a la vez que me subieron a una oveja -siempre dijíste que ese día me volví bueno. Cada niño del jardín montaba un pequeño caballo, y como no había uno para quien escribe, tuve que recorrer los pocos metros del trayecto sobre este animal lento, sucio…"agarráte fuerte, pibe"…"no perdés las bolas porque las tenés atadas"…"zzz"