jueves, 15 de marzo de 2007

Diluyo nexos

“Volver a empezar”…Una frase más metafórica que necesaria. El lenguaje tal como lo conocemos y utilizamos escapa a nuevas formas de expresión. El perfume de vigilia –por suerte conservamos ciertas fragancias- nos concede una vida desestructurada, muchas veces difícil elevarla a la praxis. Por eso seguimos viviendo un tiempo fragmentado que nos permite “volver a empezar” solo imaginaria y simbólicamente. Las revoluciones son planteadas de la misma forma: “antes y después”. El tiempo es función de y para un sistema; por eso los revolucionarios de Francia de 1789 reemplazaron al calendario y al sistema de medidas por otro, sí revolucionario en el sentido que se alejaba del calendario cristiano, ligada a una ideología que en ese momento les resultaba ajena.

Rayuela y Cortázar son propuesta clara de una lógica discursiva que desobedece a la sintaxis temporal y espacial del texto. Los acontecimientos más importantes de nuestra vida no son transformaciones de un instante al otro; sino un proceso de eclipse en el que al final, el sol nunca es completamente sol y la luna nunca es completamente luna. Los residuos del sol y la luna conviven. Pasar del amor al odio, de la tristeza a la felicidad, no como saltar una muralla, sino como…pensar que necesitamos una metáfora para dar una instrucción o un consejo o desahogarnos…Rescatar el proceso mental que liga a Olivera con la Maga, una actitud o un deseo con un producto en el caso de la publicidad, la hora del mate y el instante que la máquina del trabajo agujerea la hoja del viernes, creo que sería fortalecernos, cobrar un cierto poder en el lenguaje, nuestro pensamiento y nuestros actos.

5 comentarios:

Tango dijo...

Luego del pecado o el sufrimiento llega la redención. Convicción que sabe necesariamente más y mejor.

Lo mejor de todo es que antes de diluir podemos filtrar (o después, resulta mejor dependiendo de la concentración del nexo) así nos evitamos ciertos residuos malolientes.

Un abrazo bromado.

# dijo...

En realidad, creo que más que volver a empezar, se continúa aprendiendo. Se cierran etapas y se abren nuevas, pero el aprendizaje previo siempre está. El lenguaje del post muy elevado para el común de la gente. Diría que es más para el círculo de comunicólogos de la UBA jjajaa. Che, Seba, si tenés alguna data de dónde mandar un CV, por favor decime. Gracias. Abrazo

Piuseis dijo...

Me mataste, Sebas. En cierta parte coincido con vos, aunque por momentos creo que siempre empezamos, que estamos empezando a cada paso y continuamente porque el tiempo es el único testaferro de "las repeticiones", ¿me explico?. Como diría Federico: es el eterno retorno.
Por cierto, posteá más seguido, creo que tenés más para decir. Un beso.

Anónimo dijo...

Creo que la ilusión que el tiempo es una linea y que podemos " parar y volver a empezar " es lo que nos da ( a veces ) la sensación que tenemos un poco de control sobre lo que no pasa. Si podemos ordenar todo, ponerle etiquetas, dividirlo en etapas ( horas, días, años,momentos ) tenemos una distancia que nos permite verlo de otra manera, sin que nos involucre tanto.

Sebastián dijo...

Es difícil escapar de la abstracción de la línea del tiempo que nos inculcó la escuela. De todas formas, no es nada reprobable. El ejemplo de Caro parece ser resultado de la práctica de una filosofía de vida que resuelve realizando una taxonomía temporal. No escapo a esta táctica, puesto que la utilizo frecuentemente, pero en mi caso termina siendo una solución simbólica a un problema práctico, algo así como mentirme a mí mismo.
¡Gracias a todos por sus opiniones!